diciembre 18, 2005

Juegos de rol para ordenador.



El año pasado, cuando aun estaba abierto el cyber-café, conocí un tipo de juegos nuevo para mí: los RPGs. Siglas de role playing game o juego de rol, los RPGs han sido llevados de la realidad a la pantalla de los monitores de PC. World Of Warcraft, Linage, Linage II y un sin fin de títulos introducen al jugador en un mundo virtual que se desarrolla en las mentes de uno o varios ordenadores que hacen las veces de Master. Dos figuras indispensables para una partida de rol son el Master y al menos un par de jugadores. Dicho Master, es el encargado de contar la historia sobre la que se basará el juego, así como de controlar todo aquello que, en la vida real, estaría dirigido por el azar. Para la mayoría de acciones que realizan, tanto los personajes como el Master, se lanzan dados sobre el tablero. En un juego de rol, se tienen en cuanta múltiples factores que influirán en el desarrollo del juego así como en la evolución del personaje. Con un ejemplo creo que yo me enteraré mejor también. Soy un tipo grande, digamos de unos ciento diez kilos de peso y metro noventa y cinco de altura. Nacido en un planeta prisión, violento por naturaleza, poco diestro e inteligente, pero con una fuerza mayor de la media. Todos estos factores se anotan en una tabla. Cuantos más caracteres configuren al personaje, más complejidad podrán tener las acciones que éste pueda llevar a cabo. El Master, debe inventar situaciones para los personajes en las que, para salir airosos, sea necesario utilizar una o varias características de uno o más personajes. Por ejemplo, tenemos que atravesar un puente, pero las cuerdas que unen ambos extremos se ven muy descastadas. Los jugadores tendrás que ingeniárselas para atravesar ese puente, con el agravante de saberse perseguidos por una jauría de lobos hambrientos. Acojonante, ¿eh?. En esta ocasión, podríamos mandar al enano del grupo a cruzar el puente portando una cuerda que debe amarrar el otro extremo y para tratar de evitar que el personaje se nos caiga por un acantilado, hacemos que nuestro fornido personaje le amarre una cuerda como cinturón y el otro cabo a un gran árbol que una tirada de dados del Master, ha colocado por azar junto al acantilado.

Algo que caracteriza los juegos de rol, es el juego en grupo, por lo que no es raro “ver” un elfo acompañado de un par de enanos, un hechicero o hechicera, un arquero, un ladrón, incluso alguien que haga el rol de enfermo, herido o algo por el estilo. En RPGs para ordenador, lo que se hace es enfrentar a los jugadores a retos, enigmas, claves y pruebas que, una vez superadas, harán que el jugador aumente su puntuación de vida, fuerza, destreza, o incluso aumentar la capacidad de almacenar cualquiera de las anteriores capacidades o dinero. Es decir, un personaje de cien punto, en el concepto fuerza, podrá llevar encima menos armas que un personaje con fuerza cuatrocientos. Más tarde, con las habilidades mejoradas y con el dinerillo que van recogiendo por liquidar arañas, orcos, plantas carnívoras, y otros bichos, los personajes pueden comprar nuevos hechizos, nuevas armas, incluso sobornar a otros personajes para que ejecuten una acción que ellos les encomienden.

A largo plazo, esto plantea un problema. Cuando un jugador, incluso decenas de ellos que juegan habitualmente a un mismo juego RPG se encuentran “con el muñeco petado”, como dicen ellos, es cuando comienzan a aburrirse. Un muñeco petado, es un personaje que ha alcanzado casi las más altas puntuaciones que se pueden tener durante el juego. Es decir, es casi todo lo fuerte que su personaje puede ser, tan hábil como el que más del mapa, etc. Este suele ser el punto en el que se aburren como ostras. Se limitan a hacer espectáculos liquidando entidades que antes cuando eran menos expertos, tardaban varias partidas en liquidar, y ahora, de un par de clicks del ratón, se cargan casi cualquier bestia que se les pone por delante. Otros prefieren el chat, la conversación de barra de bar en las tabernas de los distintos poblados. Otros, deambulan por los mapas recogiendo todo lo que pillan para luego venderlo a gente más novata. En definitiva, el juego pierde el ochenta por ciento del interés inicial en el momento en el que el jugador domina al personaje y el entorno.

Aquí es donde se me ha ocurrido una idea revolucionaria: ¡El Rey del mundo!. Como en la vida misma, creo que sería muy interesante el crear una serie de personajes con unos roles especiales. Varios de ellos, conformarían el séquito real, otros cuantos la realeza, sacerdotes si queremos. Se haría necesario generar recursos de alguna manera. Por ejemplo, una persona podría comprar trabajadores, esclavos o contratar bots del servidor para que se encarguen de esas tareas. Cuanto más dinero, más recursos, mejores castillos, más ejército, mejor movilidad de tropas, más tecnología, más capacidad de dominar al resto. Algo parecido a Age Of Empires, donde los recursos tenemos que conseguirlos nosotros mismos para hacer evolucionar nuestra especie, fabricar mejores armas, barcos para conquistar otros mundos, etc.

Sobre estas figuras, un Rey, una persona real en el mundo real que, en el mundo virtual, sea amo y señor. Implementar a su vez la capacidad de construir edificios, castillos en los que refugiar a este Rey si se quiere. Evidentemente, el resto de jugadores tendrían (o no) como objetivo el conseguir ser ese personaje. Grupos de decenas o puede que incluso cientos de personas, tratarían de quitar el poder a ese Rey y su corte. Para ello, los jugadores podrían aliarse, conspirar o cooperar entre ellos para ganarse el poder, la capacidad de gobernar en ese mundo virtual. ¿Y para qué querría gobernar?. Yo creo que por las mismas razones que en la vida real. Imaginemos que un Rey, puede cambiar las reglas del juego. Puede hacer que los precios de las armas, hechizos suban o bajen. Puede atacar otros reinos y conquistar más feudos, o construir nuevas armas o generar más misiones para los jugadores. Podría incluso hacer cosas en secreto que otros tengan que descubrir, por ejemplo. Como en la vida misma, tendría detractores, habría quién asestase una puñalada por la espalda, habrían héroes. Los humanos somos así.

Imagino esto mismo con una temática distinta de juego. Desde juegos al más puro estilo El Señor de los anillos, Dragones y Mazmorras (todo un clásico), a juegos más contemporáneos, ambientados en nuestra época actual. Ya me estoy imaginando un RPG basado en DUNE en el que lo más de lo más, sea el poder convertirse en el Kwisatz Haderach, Dios absoluto del universo conocido y del universo virtual. ¿Y un RPG sobre Star Trek?. Posiblemente, todo esto venga tarde a algún despabilado se le haya ocurrido ya.

Lo que no sé, es cómo podría poner esta idea en pie o cómo darle forma, o al menos, con quién podría consultar esto para saber si es viable o no.

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