junio 12, 2011

Otra entrada al blog de la mano de Osho.

Millones de personas han decidido no ser sensibles. Han desarrollado pieles gruesas a su alrededor para evitar que alguien los hiera. Pero a un gran precio. Nadie los puede herir, pero nadie los puede hacer felices tampoco.


Cuando empezáis a abriros, habrá dos cosas disponibles: a veces estará nublado y otras resplandecerá el sol. Pero si permanecéis encerrados en vuestra cueva, entonces no habrá nubes ni sol. Es bueno salir, bailar con el sol, y, sí, también sentirse a veces triste con las nubes... y a veces soplará un viento fuerte. Cuando salís de la cueva, todas las cosas son posibles, y una de ellas es que la gente os puede herir... pero esa es sólo una de ellas.

No penséis mucho en ello, de lo contrario os volveréis a encerrar. Hay millones de cosas; pensad también en eso. Seréis más felices, más cariñosos. Estaréis más disponibles, y la gente estará más disponible para vosotros. Seréis capaces de reír, podréis celebrar. Pensad en mil y una cosas. ¿Por qué elegir solo una, que la gente os herirá?

Cuando salís de la habitación, ahí afuera está todo el universo, ¿y no pensáis en la Luna y las estrellas, sino solo en infecciones? Entonces sentiríais un temor desproporcionado. Sí, hay infecciones. Pero cuando salís al exterior, salís al exterior; el sol os aportará sus vitaminas y el viento podría arrastrar algunas infecciones. Todo es posible, pero eso es la vida.