El sábado pasado y junto con mis amigos Rafa y Vicente hemos visitado el concesionario de Harley-Davidson en Extremadura a raíz de las jornadas de puertas abiertas que cada 6 meses celebran en todos los concesionarios a nivel estatal, cosa que no sabía. Pues eso, que hemos estado allí y hemos probado 2 modelos. Rafa con una Fat Boy y Vivente y yo con la Fat Bob (todos los que lleven una Harley no son gordos, que conste) hemos hecho un recorrido de algo más de media hora por Mérida. Es toda una experiencia volver a montar en moto después de más de una década y más tratándose de una marca como esta. La sensación de volver a sentir la potencia del motor, la velocidad, el viento... me trae viejos recuerdos. Dejo un par de fotos.
