mayo 05, 2006

Desidia

Desidia: Falta de ganas, de interés o de cuidado al hacer una cosa. Sustantivo femenino. Haronía, desaliño, negligencia, incuria, descuido, dejadez, inercia, pereza, holgazanería; cuidado, aseo.

He bautizado al nuevo jefe con el nombre de Desidia porque es una palabra que, según parece, le encanta usar. Durante una jugosa conversación que mantuvimos hace un par de días respecto al nuevo puesto que he ocupado y durante la cuál le manifesté mi descontento, la usó. Se la he oído usar en otras ocasiones en conversaciones con otros compañeros y conmigo mismo en otra ocasión. Según parece, el ocupar este nuevo puesto es menos propicio para la desidia, porque como no se levanta la cabeza en todo el día de la pantalla y no se para de currar, no hay tiempo para aburrirse. Me dijo en la conversación que, o esto o que tenía una gran pila de folios con currículums de gente dándose tortas por entrar a trabajar aquí. El caso es que no le falta razón, la gente es muy violenta y se pega por cualquier cosa. LLevo tres días en el puesto y me doy cuenta de que es el único sitio donde hay tres personas constantemente trabajando cuando en el resto de sitios son dos. No hay un volumen de trabajo tal como para que se necesite una persona más y por conversaciones que he oído, deduzco que esta forma de trabajar aquí, concretamente aquí, es un chollo que se han montado los tres que estaban. Cuando le pille el truco a esto y no tengamos que llamar por teléfono, podré dedicarme más a actividades desidiosas y menos al trabajo, que esto, a la larga, termina por matar. Editado a las 12:08. Ya nos han puesto horarios como al resto de cmopañeros, ya no tenemos que estar todos los días de turno partido. Si ahora quitan lo de tener que llamar a todos los clientes, será un triunfo.

Por mi parte y como los que me conocen saben, pongo todo mi empeño en adaptarme, aprender, resolver problemas y trabajar lo mejor posible, (para eso me pagan), pero mantengo la esperanza en un mundo mejor y si no el mundo entero, por lo menos el mío, que es el mismo, pero cada uno lo ve distinto.

Trato de recuperar la ilusión por las cosas que me gustan porque siento que, a base de costumbre y adoctrinamiento laboral brutal, he perdido parte de interés por cosas que antes eran motor de mi vida. Espero que sea esto que explico y no eso que llaman madurez, porque esas cosas que me gustaban, me ilusionaban, no se están reemplazando por otras nuevas. Espero que esto pase pronto, ya, y poder volver a una vida más ordenada a mi manera y no a la de los demás y renovada de cosas nuevas y para ello trabajaré. Leo de vez en cuando y con más frecuencia en voz alta y desempolvaré el micrófono que compré hace unos años para practicar dicción y lectura y esas cosas.

"R Tape Loading Error" (Mensaje de error de carga desde dispositivo de cinta en los ZX Spectrum)

mayo 02, 2006

... y empieza la semana.

Este fin de semana he tenido guardia en mi querido trabajo. Lo mejor de todo es que el mismo sábado me dicen que no tengo que venir el domingo porque no hay tarea bastante como para sacar a la calle a los técnicos; a la empresa le sale más barato que no vayan a trabajar, así no pagan el día. Fallo logístico. Claro que al que nos dice si tenemos que venir o no, le viene al fresco eso, como decimos por aquí, se la repamfimfla. He llegado a las dos y dentro de un rato se supone que tenemos que cuadrar a partir de ya, los turnos de trabajo en los nuevos puestos. De nuevo un fallo de logística: en Madrid, que es donde voy hoy, es festivo, así que se trabaja hasta las cuatro del mediodía. ¡Tres hurras por el nuevo jefe!. Así que será mañana cuando nos mudemos a los sitios nuevos en vez de hoy, que para cuanod se había planeado. Cambio de ordenador, por aquello de que ya los tenemos tuneados a nuestro gusto, cambio de papeles por los del nuevo sitio y sobre todo, lo que más necesito yo es un cambio de actitud. La venta de humo, aunque rentable para el que lo vende, no es más que eso, vender humo. Debería aprender que vender humo y colaborar a ello de forma más activa y con mejor cara, es la mejor tarea que puedo desempeñar en mi vida, así sería feliz. Más tarde me cambiaría mi nombre por el de Winston Smith.

A las cuatro, cuando venga El que se la repamfimfla, gastaré mi último cartucho y le llamaré por teléfono a ver si va a hacer lo que decía que iba a hacer: hablar con el delegado de la empresa para que éste hable con nuestro nuevo jefe para que nos dejen quietecitos de una puta vez y que si cambiaban a álguien fuese el amigo pámfilo que tengo a mi izquierda. Pámfilo es uno de esos seres humanos que tienen su sitio completamente lleno de papeles recortados de A4, postits. Tiene números de teléfono que no se usan desde hace dos años o de personas que ya no trabajan hace otros dos, el calendario laboral anual del edificio que a nosotros nos da igual porque no nos regimos por él, usuarios y contraseñas a sitios web de aplicaciones, un termómetro, papel higiénico. Eso sí, nos viene muy bien que Pámfilo tenga todos esos datos, porque tiene de todo y una vez al año, como mucho, te hace falta un número de alguien y Pámfilo puede ayudarte. Creo que es para lo único que sirve, a parte de recaudar el dinero para las quinielas, bonolotos y otros depósitos de esperanza a los que yo ya me he apuntado. Lo que me cabrea es su actitud. Es la típica persona acostumbrada a aprender las cosas de memoria, sin comprenderlas, al que le explicas algo y, antes de que empieces, ya ha tomado nota de cuatro cosas que tiene que anotar, una detrás de otra para, como él dice, "no se me olviden". No sabe que si comprende el proceso por el que se llega ahí, no necesita aprenderlo de memoria. Al Pámfilo este lo tienen ya aquí perenne desde hace más de dos años, mientras que casi al resto de los que trabajamos aquí, nos han cambiado ya dos o tres veces. Esta es mi baza, porque El que se la repamfimfla quiere que lo quiten de enmedio y con suerte me quedo donde estoy. El nuevo jefe alega que a Pámfilo no se le puede cambiar porque a su edad, creo que anda por los cincuenta y pico o cuarenta y muchos, los cambios le sientan mal. ¡Joder! ¿y a la mía no?, ¿es que, a caso, yo no tengo vida, pareja, hija, casa, aficiones?.

El que viene a ocupar mi puesto, resulta que últimamente no rinde como debe según el jefe nuevo, así que le van a dar un cambio a ver cómo reacciona. Casualmente, el que está en la delegación y con quién tratamos a diario, es su tío. Me dijo el jefe nuevo que esto no obedecía a ningún favoritismo, así que debe ser verdad y lo hacen únicamente para estimularle y que el chaval reaccione. Su tío, con quién tengo cierta confianza, me confirma esto.

Los cambios no nos gustan a nadie, pero en mi caso, el cambio, aunque fuese para mejor, en este momento no lo quiero. LLevo un año de muchos cambios e incidentes de los que necesito recuperarme y descansar y ahora que estaba mejor, ¡ZAS!, llega la puta vida con sus inventos y experimentos y me toca a mí. Reconozco que yo no soy un empleado modélico ni trabajador nato o ejemplar, no tengo querencia ni amor por el trabajo que hago, ni orgullo, pero empiezo a sospechar que mi empresa tampoco es así. No es una empresa modélica ni tiene miramientos con sus empleados, por lo menos con algunos no, claro.

Siempre se puede interpretar esto como una pataleta de niño mal criado, inadaptado y vago, al que no le dejan jugar, pero a mi edad ya no soy un niño, tengo facilidad de apadtación y no soy ningún vago. Lo que me pasa, es que creo que este trabajo es una mierda, como tantos y tantos otros y que me gustaría cambiar, encontrar algo mejor pagado, donde eche menos horas esté mejor considerado y conviva con compañeros de verdad en un buen ambiente de trabajo. ¡Ah!, ¿que eso no existe?, vaya, qué decepción. Si esa empresa existiese, sólo podría tener un nombre: Utopía. Lo de ahora suena más a lo contrario, distopía.

"Es horrible pensar cómo tanta gente cree que no puede aprender, y cómo más gente aún cree que el aprender es difícil. Muad'dib sabía que cada experiencia lleva en sí misma su lección" - De " La humanidad de Muad'Dib " por la Princesa Irulan.