marzo 15, 2006

No todos somos iguales.


Leo en el diario 20 minutos que "El grupo de chabolistas de El Vacie, concentrados enla Plaza Nueva desde la semana pasada, serán realojados por el Ayuntamiento de forma temporal en viviendas de protección oficial en régimen de alquiler reservadas para casos de urgencia social. En la mañana de ayer, la decena de chabolistas pertenecientes a siete familias que se concentraban frente al Consistorio se amarraron con cuerdas para formar una cadena humana y protestar a las puertas del Ayuntamiento. A estas familias se les realizará una baremación, con el objetivo de incluirlas en una lista de viviendas de segunda adjudicación".

Yo, cuando no tenga para pagar la hipoteca, me amarraré a la puerta del Ayuntamiento, a ver si me concecen una Hipoteca reservada para casos de urgencia social y no me dan una patada en la entrepierna y me mandan a casa. Estamos hablando de siete familias, siete y no de un caso aislado. Esta gente vive así, les gusta vivir así y seguirán viviendo así. Deambulando de albergue en albergue, de tiroteo en tiroteo, si oficio ni beneficio salvo el estricto arte de la picaresca la burla y el aprovechamiento sistemático de nosotros los payos. Por cierto, lo de payo, por si no lo sabes, es siempre peyorativo y significa algo así como "pringao", "tonto". Vamos, que se ríen de nosotros en nuestra cara y a ver el que tiene valor de decirles algo. ¿Y la baremación, a caso no se han inscrito ellos ya para que les den una casa gratis o de bajo alquiler?. Claro, con la presión ejercida con esta acción, obligan a que el Ayuntamiento se salte las normas y los pasos burocráticos y se lo darán todo hecho. Recuerdo el caso en que, organismos oficiales que abren sus puertas sólo por la mañana, abrieron sus puertas incluso por la tarde para que otro colectivo, en este caso el inmigrante, pudiera arreglar los papeles necesarios, pero eso no viene al caso.

Yo he visto personalmente a un hombre, amenazar a un barrendero diciéndole que "ellos vuelven, pero vuelven con recortadas, no con navajas ni a pegar, con escopetas recortadas". Estas eran palabras textuales. Claro que si digo que el hombre era de raza gitana, parece que soy racista, cuando me limito a decir algo a tener en cuenta.

Sí, todos somos iguales, pero unos más iguales que otros. Y ahora, llámame racista, que queda muy bien.

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