diciembre 27, 2005

Pitanzas de navidad. (II)


Martes, veitisiete de diciembre. Pasó la noche buena, el día de navidad y el lunes festivo. Como es natural, mi barriga ha aumentado considerablemente en estos días. En Morón de la Frontera se comió, bebió, bailó y hasta cantó, un servidor incluido. A eso de las siete de la mañana, estaba acostándome y a eso de las doce del mediodía, levantándome para retomar lo que se dejó a medio terminar la noche anterior, es decir, ponernos hasta los ojos de comer otra vez. De vuelta a casa, el domingo por la noche, transcurrió sin más. Ayer lunes, tocó almuerzo con el padrino de Carmen y amigo mío de toda la vida, Domingo y familia. Por la tarde y aprovechando que nos pillaba cerquita, nos fuimos los tres, Trinity, Carmen y yo, a casa de mis padres. ¡Más comida! pizza en esta ocasión. Es hora para los propósitos de enmienda como dejar de atiborrarme, dejar de fumar y retomar el ejercicio físico, aunque no sea la natación.

Justificar a ambos lados En la foto, Manuel, mi padre, mientras Carmen, mi hija, intenta rascarle el cachete.
Mens sana in corpore corrupto...

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